Laura Ramos| 24.6.2013
Joan Garriga: "No me quieren en las motos"
La adicción a las drogas y los problemas económicos han
hecho de Joan Garriga una sombra de lo que fue, pero incluso en ella se intuyen
trazos de aquella genialidad que le llevó al estrellato.
Asegura tener una memoria prodigiosa y lo demuestra
recordando mil batallas que un día fueron realidad. Garriga levantó pasiones en
un deporte al que culpa en parte de muchos de sus problemas. Se sintió solo y
traicionado cuando él solo quería ser el más rápido y disfrutar del riesgo de
la velocidad.
¿Le tocó vivir la cara amarga del deporte, esa que
pocas veces se ve?
Siempre he intentado hacerlo lo mejor que he podido y ayudar
a todo el mundo. Nadie me ayudó cuando empecé, por eso intenté hacer lo que
nadie hizo conmigo con los que empezaban tanto en las motos como en los karts.
¿Se sintió solo o abandonado?
Esta vida es así. Cuando hay éxito, la gente está; cuando
no, desaparecen.
¿Está dolido?
Decepcionado. No hacía las cosas para que me las
reconocieran y eso la gente lo sabe. Pero estuve en muchas cosas que se me
pidió como en la inauguración del Circuit, corriendo en Montjuïc gratis y
jugándome la vida... Y luego, nada.
¿Le faltó ser un poco más malo?
¿Lo dudas? En la vida siempre pasa eso, si vas de buenas te
las meten dobladas.
Con la perspectiva que da el tiempo, ¿cambiaría algo?
Sí, estrangularía a unos cuantos (ríe). Si volviera a nacer
creo que volvería a hacer lo mismo. Si hubiera hecho algo que no fuera digno
creo que ya me habría muerto porque no podría conmigo mismo, no podría con esa
sensación de saber que he sido ruin y egoísta. Y mira que he tenido que
aguantar cosas que se han dicho que he hecho que no son verdad, muertos que me
han caído encima... y todo por ser buena persona.
Todo esto que cuenta, ¿podría extrapolarse a su
rivalidad con Sito Pons?
En todo hay blanco y negro.
¿Y los matices?
Yo soy blanco. Da igual lo mucho que me puedan ofrecer, si
es por algo que no creo, no lo haré. Soy así, aunque si hubiera entrado en el
juego seguramente no estaría aquí.
¿A qué se refiere?
Estaba en las motos porque me gustaba, era mi pasión. Me
gustaba probar y evolucionar cosas, nada más. No tenía otros intereses. Hacía
cosas que mucha gente no tiene ni idea.
Póngame un ejemplo.
Muchas piezas de la protección que llevan ahora los pilotos
y puedo demostrarlo. Fui el primero en desarrollar las rodilleras que se llevan
ahora, llevaba la famosa joroba en el 1989 y no por protección sino por
aerodinámica. Por algo fui considerado el mejor probador. Ninguno de los
pilotos que hay hoy en día en el Mundial te saben abrir y cerrar un motor.
Los tiempos han cambiado...
Sí, pero los pilotos de hoy en día lo tienen todo mucho más
fácil. Con una de mis motos no aguantarían ni tres vueltas antes de caerse.
¿Ninguno?
Quizá Rossi aguantaría porque él fue de los últimos pilotos
que realmente saben pilotar de verdad, sin tanta tracción y tonterías. Aunque
creo que también se iría al suelo (ríe).
¿Se ha perdido la esencia de la moto?
Absolutamente. A mi me gustaba sentir la moto en el culo y
en las manos.
Alguien le gustará, ¿no?
Sí, el niño. Márquez es muy bueno y, además, he tenido la
oportunidad de conocerle. El resto de pilotos son unos estirados.
¿Antes no lo eran?
No, ahora hasta se odian unos a otros. Mira Sito y yo, más
rivales que nosotros, pocos, pero siempre hemos tenido una buena relación. De
hecho, es el primero que está intentando echarme una mano. Él sabe todo lo que
he hecho por el motociclismo, especialmente el catalán. ¡Si cuando yo empecé
África comenzaba en los Pirineos!
¿Se considera un rebelde sin causa?
Los rebeldes lo son con causa.
¿Y cuál era la suya?
Disfrutar de mi pasión sin más. No me importaba lo demás,
quería ser feliz pilotando y ayudando a la gente.
¿Ganó mucho dinero?
No, antes eran otros tiempos y no se ganaba tanto. Además,
el segundo siempre es el primer perdedor. Los premios que me iban dando, unos
20 millones, los daba todos para el deporte de base, pero no sé dónde fueron a
parar. Bueno, sí. Se los quedó gente para los que no eran.
¿No le gustaría dedicarse a algo que tuviera relación
con las motos?
No me quieren en este mundo porque hago las cosas de una
manera diferente a la suya. No soy como ellos.
Siempre fue por libre...
No. Solo que no quería pasar por el tubo en ciertas cosas.
Si pasas una vez, pasas siempre. De hecho, por los únicos tubos que he pasado
han sido por los de estos días en el hospital.
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